Hay muchas maneras de conseguir injertos oseos. A veces es tan simple como recoger las partículas de hueso que se van eliminando durante la preparación del sitio para la colocación de implantes dentales, ya que se puede reutilizar para fines de injerto. Siempre podemos usar el propio hueso de los pacientes para las reparaciones o adiciones, ya que ofrece los mejores resultados. En casos extremos, el hueso puede ser aprovechado en áreas fuera de la boca.
Muy a menudo, podemos usar “hueso embotellado” para hacer los injertos óseos para implantes dentales. Este hueso es especialmente preparado a partir de cadáveres o de otras fuentes y se utiliza para lograr el ajuste del implante dental. Es muy eficaz y muy seguro. Este tipo de injerto se le conoce como Aloinjerto, ya que procede de otro ser vivo de la misma especie, en este caso otro humano.El área más común es el de la cadera. Vale decir que, cuando este tipo de injerto óseo se hace, generalmente el paciente debe estar informado de que se realizará una pequeña operación en la cadera para poder extirparle un poco de hueso. A este tipo de injerto se le conoce como Autoinjerto o injertos Autólogos o autógeno, ya que el hueso donado procede del mismo paciente. Este es el mejor tipo de injerto ya que el sistema inmunológico no genera rechazo alguno
A veces, los materiales sintéticos se pueden utilizar para estimular la formación ósea. Materiales como la hidroxiapatita, el hueso liofilizado u otros materiales artificiales pueden ser usados como injertos óseos, ya que promoverán el crecimiento de hueso. A este tipo de injertos se lo conoce como injertos artificiales o injertos Aplásticos.